sábado, junio 22, 2013

Susurros de Calpurnia.

Por lo que eres y vales... Tú lo sabes...
 
Besos dulces y húmedos.
 
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Déjame
 
Déjame amarte y saber que lo sientes,
desearte en mis sueños y en mis vigilias
percibir tu aroma a través de mis pasiones.
Déjame hacer que me sienta deseada por ti
que el rocío de mis muslos me lleven hasta tu cuerpo
húmeda de pasión, brillando mi piel estremecida.
Quiero ser ese vientre que vibra con tu imagen
los dedos que penetran en mis entrañas
la sensación de tenerte a pesar de que no estés.
Quiero vaciarme con tus ojos clavados en mí
que mi olor inunde la estancia y excitarme con él
sabedora de ser la poseedora de tus ansias.
Déjame ocupar tus fantasías viéndome gozar
empapar tus sábanas cada amanecer
deslizarme por tu cuerpo y hacerte uno conmigo.
Ven hacia mí y busca el paraíso
guíate por el rastro de mi pasión
búscame allá arriba, en la tierra de los sueños
seré siempre mía a través de lo que quieras.
 
A Dulce... él lo sabe



Un Suspiro, Un Deseo.

Palabras que erizan la piel, que llenan la imaginación a través del deseo, letras que se unen para crear todo aquello que los sentidos suponen.

Así crea y recrea lo que pido, lo que anhelo, lo que siento, todo aquello que me hace ser, sentir y desear más allá de la realidad en la cual vivo.

Es un nombre en la distancia, una parte de la imaginación que me llena, un poco de todo lo que quiero y no tengo, de aquello que puedo suplicar y me llega, esos pedazos de mí que no busco porque temo, y sin embargo lo tengo tras esos espacios infinitos que nos unen.

Delicado, sutil, enhebra la aguja de los sentimientos y recorre con ella la tela que le dispongo para que, a su antojo, pueda elevarme hasta lo más alto, donde soy suya tanto como mía, el lugar en el cual somos sin temor a nada, a nadie, sin disturbarnos por los que no entienden, preguntan o discrepan, allí, en ese lugar de sueños imposibles que acerca a la realidad tanto como mis mañanas.

Un Suspiro, Un deseo.

Seguimos suspirando, deseando, sueños imposibles, deseos prohibidos, dos seres que traspasan la realidad por un vínculo invisible que va más allá del propio pensamiento, alguien que es, a pesar de todo, una exquisita manera de compartir lo que supone.

Gracias, Querido... Mi Suspiro, Mi Deseo
 
 
Gracias a ti, siempre... Tu Suspiro, Tu Deseo