La puerta del Salón se cierra, dentro quedan los secretos
de las noches de fiesta, y los susurros que reverberan en Mis Dominios.
Las invitadas llegaron, algunas perdieron el camino,
otras se perdieron en las laberínticas habitaciones.
Junto con lucir la participación de Mujer Virtual,
también vuelvo a agradecer a todas quienes asistieron
y dieron vida a mi Baile aportando su magia.
Gracias Mujer Virtual por llegar a la fiesta y dar cierre al Baile.
Besos dulces.
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Noche interminable
" Te veo mañana "
" ¿ Por qué no hoy ? "
" ¡ Mañana ! "
Lo vi asentir mientras lo recorría con la mirada. Quería disfrutar la espera, como esa euforia que, cuando sabes que está a punto de llegar, la detienes.
Lo observé por última vez antes del martes. Tenía el cabello castaño y revuelto, las manos largas y fuertes, la mirada interrogante, una leve sonrisa perturbadora, me hacía creer que tenía el mando, era peligroso y lo sabía.
Esa noche intenté dormir con su nombre dando vueltas en mi lengua y su imagen alborotando mis pensamientos.
La noche de martes, la última del año cayó lentamente, me puse un vestido largo, negro y con detalles en encaje, zapatillas de punta de cielo, el cabello alborotado en un medio recogido.
Llegué tarde, me abrazaste intentando calmar el ritmo acelerado de mi pulso.
El castillo estaba iluminado con luces tenues, el pulso se armonizaba con la melodía que envolvía el ambiente, el sonido era hondo, estremecedor, como si brotaran del recinto las notas musicales.
Te vi sonreírme, te vi departir con júbilo entre tantas invitadas, música, vino, damas cinceladas en delicado antifaz, noche interminable, ardiendo en la oscuridad e incrustándose en mi pecho.
Con un poco de retraso
Gracias, Dulce, por tan cálida invitación