Ensoñación.

Templada su savia

furtivamente desvelada

e insinuante en la luz tenue,

como una ensoñación

de obsesión encarnada.

Invita a imaginar,

a probar su dorado néctar

sin revelar nada

de lo que en la mente

lascivamente se agita.

Desafiando impulsos

aflora su instinto

que límpido se derrama

y aunque nada diga,

todo lo sabe.

De Ginebra Blonde.

Siempre es un agrado participar de las propuestas de Gine, y ella además nos retribuye con estos hermosos regalos que luzco siempre con agradecimiento.

Mi Gratitud Querida Gine.

Dulces besos cariñosos.

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Confiero.

Romper con fiereza

la oscura profundidad

de tu inexplorada noche,

atravesando la latitud

de tu dorsal vencida.

La mirada oculta

sin halagos ni clemencia

haciéndote vulnerable

a la autoridad que viola

tu ardoroso vicio en celo.

Para que de tu boca se libere

entre impúdicos gritos

el nombre perpetuo

que por propio mérito

Yo te confiero.

Triunfal.

Triunfal me recibe

el arco de tu boca

incipiente en su credo

donde mi carne y tu verbo

comulgan y conjugan

con un mismo espíritu.

Pétalos blancos

de consagrada primavera

florecen en tus labios

erupcionando trémulos

ante el acopio de las ansias.

Y al final me coronas

como Rey Sol despuntando

en el brillo incandescente

de tu ígnea mirada.

Vinum.

Un rojo vino

como intensa sangre

colma las copas

sensualmente rebosantes

de cielo y gloria.

Labios húmedos

beben sorbo a sorbo

de las frescas uvas

exprimiendo el mosto

que deviene en goce.

Una intención se derrama

invitando a la bacante

a sellar el conjuro

con un trago de consagración

dulce y extasiante.

Luminiscencia. (Regalo de Auro)

Tal vez el más grande privilegio que me han regalado desde que tengo el blog es inspirar poemas. Y han sido varios, una muestra de ello es este poema que Auroratris me regaló para mi cumple.

Mi Gratitud Mi Querida Auro.

Besos muy dulces con mi cariño.

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Luminiscencia

Nace el Sol a horas intempestivas,

Con sus lazos de tunante sale de ronda,

Se desprende en filamentos cromáticos.

Luminiscencia candente,

 se refleja en todas las esmeraldas,

 dejándose atrapar entre párpados

 agradecidos y cálidas manos. 

Terrenal y Dulce

 es el beso que deja cuando 

sus rayos rozan el encuentro 

que lleva al solemne silencio.

©Auro

Divinidades.

Dos divinidades convergen

devorando a un sol 

entre sus fauces,

se alimentan de su vigor,

se regocijan en la espuma

de su albugínea exudación.

De vértice a vértice

estrechan el canal

del roce ascendente que repta

e incita a encontrar

el pozo que se colmará

con la virtud del exceso.