Su memoria parecía solo retener sensaciones más que recuerdos, cada vez que visualizaba una imagen que venía a él intentaba ir a ese momento, como aquella imponente casona y su puerta enrejada, o aquellos libros cuyos títulos poco le decían. Parecían recuerdos de otra vida, o que alguien los había puesto en su mente.
Incluso sus pesadillas le eran tan ajenas, los pájaros negros revoloteando y esos escenarios lúgubres de sus sueños. Pero en ninguno estaba ella, solo en los momentos presentes. Respiraba por y para él, queriendo agradarle en el más mínimo detalle, esa falda que sabía le gustaba, o las coletas que siempre le hacían sonreír tras un duro día de trabajo. Quería ser la caricia anhelada, la palabra siempre esperada, el calor no sentido, el beso nunca recibido. Tan real y perfecta como todo lo soñado.
Era la proyección de sus deseos reflejados en su rostro de niña y la promesa de hacer todo cuanto él deseara, tal como rezaba el anuncio donde por vez primera la vio y quiso tenerla en su vida. Aunque no pudiera realmente tocarla.
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Nota: Este microrrelato como requisito de la propuesta, está inspirado en los personajes de Joi y K de la película "Blade Runner 2049".
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