domingo, marzo 30, 2025
Susurros de Cléia Fialho.
martes, marzo 18, 2025
Susurros de Marina.
miércoles, febrero 12, 2025
El Baile por Marina VI.
lunes, febrero 10, 2025
El Baile por Tracy III.
EL BAILE DE DULCE
Voy a recoger mi invitación y enterarme de las normas de protocolo que habías puesto, si es que las hubiera.
sábado, febrero 08, 2025
El Baile por María II.
jueves, febrero 06, 2025
El Baile por Cléia Fialho.
martes, febrero 04, 2025
El Baile por Maia.
domingo, febrero 02, 2025
El Baile por Nuria de Espinosa.
El dulce caballero y el castillo
viernes, enero 31, 2025
El Baile por Cora V.
miércoles, enero 29, 2025
El Baile por Auroratris VII.
Desde hace un tiempo que habito en una aldea,
a las afueras de la Gran Ciudad. Me refugié en un lugar donde la actualidad
llega tarde y mal. Hace unos días regresé a casa para recoger algunos enseres.
El buzón estaba a reventar entre folletos de publicidad y ofertas de
supermercados. No encontré factura alguna ya que hoy en día todo está
informatizado. Recogí el volumen del correo para depositarlo en el contenedor
del papel cuando un toque de magia, digámoslo así, hizo que un sobre de color
violeta cayera a mis pies. Me deshice del resto y cogiendo dicho sobre me
dirigí hacia el interior de mi casa.
No tenía prisa por abrirlo puesto que sabía de
quién se trataba. Me preparé un café mientras aspiraba la dulce fragancia que
expedía el sobre, a su vez rememoré las distintas ediciones que el Dulce
Caballero suele realizar para fin de año. Pese a mi ausencia se había acordado
de mi invitación. Algo que agradezco ya que cada vez soy más una sombra.
Di un sorbo al café hasta que decidí abrir el
lujoso sobre, tan lujoso como la invitación que había dentro. Preciosa y
elegante. No se podía esperar menos viniendo de Él, tampoco el juego que
prometía en su interior.
¿Qué planes tenía yo previstos para esta
última noche del año? Ah, sí. Ver consumirse el fuego de la chimenea por encima
de mis pies, mientras como las uvas y recibo el Año Nuevo. Aposté por cuanto
decía la invitación. Mi Reino por una NocheMágica.
Empecé por el atuendo. Comprobar qué podía
servir de años anteriores y qué no. El maquillaje debe ser luminoso. El
peinado, original y personal. Y lo más importante, el desplazamiento. Me puse
manos a la obra. Contraté un coche con su chófer, no me apetecía nada conducir
ya que los brindis se sucederían a lo largo de la noche. En menos de 24 horas
debía tener todo el conjunto bien armado.
Heme aquí frente a la Gran Puerta del
Castillo, imponente e intimidadora. La música suena en el interior traspasando
sus muros y poseyéndome. Escucharla es entrar en un ligero trance que me
conduce hasta El Salón. La belleza de las invitadas reluce como los diamantes.
Ropajes y máscaras. Al final de la escalera siempre está El Dulce Caballero
para recibirnos y depositar una palabra amable en nuestros oídos, que dibujará
una sonrisa la cual no se borrará en toda la noche.
Retira la capa de mis hombros a la vez que me
ofrece una copa de champán. Un ritual ya aprendido. Nuestras cabezas se
inclinan en una sutil reverencia. Distingo su mirada a través de su máscara.
Esta se dirige hacia el centro del Salón, intuyo que es la invitación para el
baile. Acepto. Luego será más difícil coincidir con el anfitrión.
Mi vaporoso vestido se adapta a la armonía de
sus pasos. Su mano, adherida a la desnudez de mi espalda, guía con Maestría y
Seguridad. No necesito mirar nada más que la oscuridad de sus ojos, un lago
oscuro donde me introduzco un Año Más.
El tiempo va desfilando al igual que el resto
de las invitadas. El Salón ya está completo. Todas estamos preparadas y
equipadas para el Momento de las Campanadas, el cual se produce entre una
familiar algarabía. Suenan los besos y los deseos de boca en boca.
Feliz Año Nuevo, Feliz Año Nuevo, Feliz Año
Nuevo..., pero ¿Dónde se encuentra El Dulce Caballero? Así es. El juego ha
comenzado. Nos recogemos las faldas, unas, en tanto, otras se descalzan para
iniciar la búsqueda entre pícaras sonrisas. Nos repartimos por las distintas
dependencias del Gran Castillo.
Me dirijo a la primera planta, desde el centro
del pasillo visualizo una hilera de enormes puertas. Una igual a la siguiente,
así hasta la última. Lo cual hace imposible adivinar qué guarda cada
habitación. Las invitadas comienzan a desaparecer, adentrándose en dichos
aposentos.
En la segunda planta la penumbra se hace
patente. Hay un aroma a violetas que inunda todo el pasillo. El silencio es
envolvente y la hilera de puertas se hace presente una vez más. Recorro el
largo camino que me separa de una Última Puerta. La escasa luz la hace
invisible, pero al avanzar esta se revela diferente a las demás.
Respiro profundamente antes de hacerme con el
pomo. Lo giro despacio y la puerta cede al empuje. Era de esperar que la
habitación también estuviera en penumbra. Mis ojos ya acostumbrados a la escasa
luz constatan que allí no hay nadie. Es un lugar reconfortante. La decoración
acorde con el Castillo y su Anfitrión. El cortinaje deja semi oculto un gran
ventanal, que da al bello y amplio jardín. La Luz de la Luna dibuja sombras
sobre él. Me acerco un poco más, solo ha hecho falta un pequeño movimiento de
mi mano para que un rostro se desvele ante mí. La imagen es esta, la tenue luz
de la habitación en un lado de su cara, al otro un Rayo de Luna.
Te encontré Dulce Caballero.
En todo juego que se preste siempre hay un
premio para el ganador ¿Podéis imaginar cuál fue el mío? El Dulce Caballero
tiene un gran abanico de suculentos premios. No digo más.
Abandono el castillo antes de que la Luna se
lleve la magia. Me acompañan los acontecimientos allí sucedidos y un Dulce Secreto
guardado en mi Piel.
©Auroratris
Susurrado por Auro se disfruta aún más ...
lunes, enero 27, 2025
El Baile por Dakota.
Baile de máscaras de Dulce 24/25
sábado, enero 25, 2025
El Baile por JP.Alexander IV.
Baile de Máscaras en el Salón 2024-2025. El libro prohibido de J. P. Alexander
Hola, ¿Cómo están? Hoy les traigo una entrada muy especial.
Fui invitada al baile anual de mascaras que organiza León del blog El dulce susurro de las palabras.
Si desean conocer más del baile les dejo el ; Link
Esperó que este corto relato sea de su agrado. Esta ambientado en noche vieja.
El libro prohibido
No hay nada más mágico que una biblioteca. Tal vez, porque es luminosa , tiene un olor peculiar a los libros y algo más, es cómoda, silenciosa y llena de libros. Te puedes perder en ella e ir a un sin número de lugares gracias a los libros.
Soy algo tímida y solitaria. Por lo que a veces prefiero los libros en lugar de las personas.
Un libro tiene tanto poder en cada una de sus hojas te puede llevar a una época diferente o a otro mundo. Te puede hacer llorar , reír y desear lo que ni siquiera se te hubiera ocurrido de no haber leído sobre ello.
Tal vez por eso me sorprendió tu invitación a tu bello castillo. Lo deseaba y lo esperaba, pero igual me sorprendió que pensarás en mí. Mi corazón latió más fuerte al leer la tarjeta y el poema que me escribiste.
Lo volví a leer en voz alta en la soledad de mi biblioteca.
Ven a mi castillo
vuelve a la magia
al deseo.
Ven y baila una vez junto a mí
esta nochevieja .
Fui a tu castillo vestida de negro con el corazón latiendo muy fuerte y con el deseo de perderme en tus ojos dorados mi querido León, mi dulce poeta.
Cuando llegue el baile estaba en pleno apogeo te vislumbre en el salón rodeado de bellas mujeres como siempre en lugar de entrar allí y bailar al compás de la música.
Camine por el pasillo y me refugie en tu biblioteca, la misma que me mostraste dos años antes cuando por un poema me llevaste a soñar y amar. Ahora en la soledad de esa habitación llena de libros y sillones de cuero me siento a salvo. Percibo tu olor porque al igual que para mí este lugar es tu refugio. Este lugar es donde creas poemas que desafían la imaginación y el deseo.
Voy al escritorio esperando encontrar un poema suelto, pero encuentro un libro con cubierta violeta y en está escrito mi nombre. Sonrió, busco tu sillón favorito.
Él que tiene vista al jardín desde ahí puedo ver algunas parejas bailando y disfrutando del baile. Siento tu olor impregnado en el sillón y suspiró deseando verte. Tomó el libro me siento cómoda y me dispongo a leerlo.
Cuando abrí el libro la puerta de la biblioteca se abrió. Entraste como un gran felino a punto de comerme. Me estremecí de miedo y de deseo.
— No deberías leer eso.
— ¿Por qué? — Tomó más fuerte el libro. Ahora que estaba prohibido deseaba leer con más ganas de ser posible.
— Es tu regalo de reyes.
Acaricie el libro con deseo. Me miraste y me diste una sonrisa lobuna.
— Debes ser castigada por tomarlo y no ir al baile.
Abrí los ojos con sorpresa — ¿En serio me vas a castigar?
En lugar de responder me preguntó — ¿Por qué no fuiste al baile?
Baje los ojos — No pensé que te dieras cuenta de mi ausencia. Estabas rodeado de una multitud de admiradoras.
Él se rio y se acercó a mí . Me tomo de la barbilla.
— Te extrañe.
Lo miró incrédula, pero me siento feliz por dentro,
— No hay nadie que ocupe tu lugar.—Se inclinó de nuevo hacia delante, presionando su palma sobre mi mejilla y mirándome con sus profundos dorados.
Su mirada parecía engullirme por completo, atrayéndome. No pude escapar de su atención. Así el mundo se destruyera. Nada podía alejarme de ese lugar. Contuve la respiración esperando que me besara
— No puedo seguir ignorando lo que siento por ti. Eres una mujer hermosa, por dentro y por fuera. — Luego de decir eso me besó.
Fue un beso lento y apasionado, atrayéndome con sus labios. Sus manos se acercaron a ambos lados de mi cara, inclinando mi cabeza para que encaje mejor con él. Podía sentir el deseo agitándose dentro de mi pecho, suplicándome que hiciera mis fantasías realidad.
Entonces se apartó y me sonrió.
—Eres tan tentadora .
—Ah, ¿sí?
—Sí. Desde la primera vez que leí tus escritos quedé prendado y luego cuando te conocí ya habías atrapado mi corazón. Desde ese entonces he deseado poder saborearte.
—¿Qué te ha estado deteniendo? —pregunté, pasando mis dedos por su pelo.
Inclinó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada.
— Tienes razón. Desnúdate.
—¿Estás bromeando? —Levanté las cejas, escéptica
— Se acerca a mí y me besa.
— Ya lo oíste —dijo—. No puedo esperar a ver cómo eres bajo ese vestido.
Trague saliva con deseo y algo de miedo.
—Entonces ¿Qué esperas? — Me miró con sus ojos dorados como si fuera a quemarme.
Lentamente deslice el vestido negro que llevaba dejándome solo con un sostén y bragas de encaje negro.
Fue él momento en que él tragó saliva.
— Mierda, eres tan tentadora.
Tal vez, estuviese tan nervioso como yo.
— Dije que te sacaras toda la ropa antes de que se me ocurra un castigo para ti.
Pero aun seguía al mando
—Por supuesto. —Le sonreí con malicia.
Lo hice y sus ojos miraron mis senos y parecía que sus manos tocarían mis pezones. Pero no lo hizo.
— Deseo saborearte toda y luego deseo que seas mía una y otra vez. Pero antes tienes un castigo.
— Un castigo — titubee.
— Por abrir tu regalo de reyes antes que te lo regalara.
Me estremecí de deseo . Ante el juego que íbamos a jugar.
—De rodillas y con las manos en la espada.
Obedecí mientras él se acercaba hacia mí y se quitaba abría su pantalón.
Trague saliva deseando ver su miembro grande y grueso. En ese momento 12 campanadas inauguraron el año nuevo y mi nueva aventura comenzaban trayendo deseos que nunca hubiera pensado que pasarían en esa mágica biblioteca.
© JP.Alexander