Me he despertado excitado
por las ansias de tenerte,
el agua en la ducha ha intentado igualar tu roce
y sólo acrecienta mi deseo.
Mis manos quieren ser las tuyas,
mientras el agua se desliza desde mi cabeza hasta mi pecho
formando una cascada que desemboca en mi miembro,
cierro los ojos, mi corazón late más,
y la tensión de mi cuerpo crece.
Agitado, mojado, te espero...