La noche me da a escoger
y escojo soñarte
nunca muy dormido,
nunca muy despierto
en el punto en que todo sea un placentero viaje
mezclando sueños y deseos verdaderos.
Los tuyos, los míos,
juntos
para convertirlos simplemente
en el nuestro,
te sueño, te tengo
y no hay fantasía que no podamos crear
con el sólo deseo,
mis alas son mis ganas de en ti perderme
para mecerme rodeado de tus muslos
e inmerso en ti hasta tocarte muy dentro.
Porque cuando me siente tu cuerpo no estoy lejos
estoy tan cerca como lo expreso,
tan cerca como lo sientas
y al final de la noche larga,
cuando llegue el momento de abrir los ojos
te veré posada sobre mi como el sol de la mañana.