esa ternura cobijada en las edades tempranas
cuando la ilusión de un leve roce
basta para agitar el corazón y despertar las pasiones.
Cuando las caricias se hacen parte de los juegos
y descuidadas brotan con un poco de miedo,
conservas ese aire de infancia,
de niña traviesa en días frágiles ante lo adverso
y tu corazón de princesa guarda tesoros
que el mundo desconoce.
Niña bella, yo podría perderme en tus ojos y nunca querer volver
como si fueran atardeceres teñidos de colores
o amaneceres cubiertos de envolventes aromas,
podría treparme a tu castillo sólo para susurrarte este poema,
podría treparme a tu castillo sólo para susurrarte este poema,
pero ese premio será de quien merezca
tus emociones blancas de primavera,
el mío tan sólo dibujar en ti una sonrisa,
que soñarse apenas erizando tu piel pura
es un privilegio mayor para cualquiera de sólo quererlo.
Vuela en la búsqueda de tus anhelos
hazlo por el cielo abierto de tus sueños,
abre tus brazos al encuentro,
persigue ese beso de final feliz,
persigue ese beso de final feliz,
porque el encanto de tu sentir
te hace perfecta en un mundo imperfecto
simplemente por ser tú.
simplemente por ser tú.