martes, marzo 13, 2012

Mariposa.


Tus alas deben agitarse con la suavidad
que se agita el deseo en tu cuerpo
y tu corazón debe hacerlo de la misma manera
cuando acompaña tus sentimientos.
El colorido de tu atavío
ha de embellecer la fragilidad de tu movimientos,
cuando danzas entre flores perfumadas.
a la luz del sol en días de primavera.
Y en la crisálida de tu intimidad
te cobijaras serena para sentir tu esencia de mujer,
llena de vibraciones que recorrerán
de extremo a extremo cruzando tu piel.
En tu vuelo suspenderás el tiempo
como se suspende el roce al amar,
desafiando tu cuerpo libre la brisa ligera
entre el ensueño de la humedad matinal.
Mariposa que revoloteas en mi jardín de rosas,
imagino que reflejas la delicadeza de tu vuelo en tu mirada.
y que del néctar fresco que bebes
la dulzura se hace parte de tu alma.

jueves, marzo 08, 2012

Podríamos ser.


Podríamos ser dos delfines
sumergidos en la humedad profunda de nuestros cuerpos,
sometidos al vaivén de la marea
para naufragar al final del éxtasis.
Podríamos ser estrellas fugaces
viajando en una noche iluminada de luna llena
ofreciéndonos deseos
y buscando estirar el momento de brillo.
Podríamos ser labios ávidos de encontrarse
en besos que mezclan sensaciones,
reverberando en tu corazón azulado
con el sonido incesante que agita tu interior.
Podríamos ser un cuento
queriendo cruzar el límite de lo verdadero,
entre hadas, duendes y mágicos paisajes
con casas de chocolate dibujadas sobre tu piel bañada.
Podríamos ser tan sólo aliento evaporándose
entre caricias desnudas
que resbalan por el sudor mutuo
y desafían a los sentidos.
Podríamos ser el roce de un sueño
que nos lleve muy lejos
con los ojos cerrados
y no querer despertar para repetirlo.
Podríamos ser tan sólo aroma, sabor y tacto
si llego a tocarte con estas palabras.

jueves, marzo 01, 2012

El tacto de mis versos.

Anidado en la sensibilidad que trasunta tu ser,
descuidadamente al amparo de tu refugio
índigo cielo iluminado por regalarte
surcado por la inspiración de palabras y gestos.
Mezclando inocencia y desenfreno,
dulzura y pasión,
esta noche te escribo
intentando el roce perfecto.
Porque las palabras sólo son el pretexto
para llegar a la caricia
y las caricias el preámbulo
para llegar a provocarte.
Susurrante en la cercanía de tu oído
hasta que tu cuerpo me hable
de las sensaciones que te recorren,
el tacto de mis versos serán mi guía por tu piel.
Versos que acarician
como los dedos que los escriben para ti,
que al final no quede duda en ti de la dulzura
si de tu cielo hoy llueven gotas de deseo.