lunes, abril 09, 2012

Tu nombre como esencia.


El cuero ceñido como piel,
el metal encadenando como sentir,
el cuerpo atento al instinto,
el placer hipnótico
de un gemido sumido en dolor,
dulce oscura pasión,
elegancia sutil de mujer,
señora de pies a cabeza,
de extremo a extremo,
descalza sobre las brasas del deseo,
el fuego ardiendo,
los juegos que dejan de serlo,
la posesión en la carne marcada,
la entereza  en la mirada grabada,
la herida con agua y sal sanada,
los sueños intactos cada mañana,
esencia indomable de mujer,
con el camino aprendido y recorrido a las espaldas,
la sangre caliente en las entrañas,
la vida intensamente vivida,
la devoción como un orgasmo,
la sumisión como entrega recibida,
la dominación como reina en las alturas,
señora luna dominando con su brillo,
y la naturaleza desprendida
en el sonido de tu nombre como esencia.

domingo, abril 01, 2012

En la mirada felina.


El contoneo sensual de tus movimientos
 dibuja sombras en la noche,
los ojos como dos luceros guías atentos
y desafiantes a la oscuridad.
Dócil y salvaje en la mirada felina,
en la lluvia serena de tus momentos,
en la dulzura estimulante de tu tentación,
en la pasión que te lleva a rozar el viento.
De todo aquello que percibo
construyo mi susurro para ti.
Así despertar la ternura que habita dentro de tu ser,
saber de tu boca el escalofrío que recorre tu piel,
deslizarte por el límite con la sensación de caer
entre fantasías plenas y los sentidos en un carrusel.


Video de Felina Mala y la voz de Beatriz Salas.

Blog de Felina

Blog de Beatriz Salas

 

domingo, marzo 25, 2012

La marea desbordada de tu cuerpo.

Te meces en olas que te cuidan y acarician,
te agitas por la pasión que te desnuda
entre deseos y sentimientos que en ti respiran.
Flotas entre la sed que tus agua sacian
y en la marea desbordada de tu cuerpo
el sentimiento inquieto se hace esencia pura.
Llegas hasta el fondo profundo
contenido en los sueños más intensos
que nacen a la luz de tu noche encendida.
Sientes el llamado carnal de tus entrañas
expresándose con vivo ardor
provocando el efluvio que resbala derretido en ti.
Y surges siempre ilusionada tras la tempestad
cobijándote en la quietud adormecida por cantos de sirenas
donde el mar que te baña cura tus heridas.
Creas un mundo de pasiones con tu sentir
y allí reinas entre calma y tormenta
para renacer desde el fuego de tu ser.