Tan quieta como la luna eres
que en suaves toques envuelves tus palabras
y puedes con ellas rendir facílmente
al más indiferente corazón con el calor de tu alma.
Tu sentir habla musitando con ensoñación
al igual como se suspende un lento respiro
en el infinito donde las estrellas cantan
con la emoción que vibra hecha beso desde tu boca.
Porque aún sin ver se percibe la tibieza
enroscada a tu cuerpo, ceñida a tu cintura
posada en tu pecho, meciéndose en tus caderas,
encendiendo sábanas que arropan tu soñar.
Y entre las mieles de tus poemas
la brisa llena de ganas penetra sin prisa alguna
llenándose de tu esencia que anuncia primavera
hasta demorar el final de todo lo que en ti nace.
Es que en ti las mañanas nacen de los sueños,
en ti las noches duermen entre suspiros,
en ti los versos se hacen piel
para cobrar vida en tu belleza desnuda.