domingo, octubre 14, 2012

Tu belleza desnuda.

Tan quieta como la luna eres
que en suaves toques envuelves tus palabras
y puedes con ellas rendir facílmente
al más indiferente corazón con el calor de tu alma.
Tu sentir habla musitando con ensoñación
al igual como se suspende un lento respiro
en el infinito donde las estrellas cantan
con la emoción que vibra hecha beso desde tu boca.
Porque aún sin ver se percibe la tibieza
enroscada a tu cuerpo, ceñida a tu cintura
posada en tu pecho, meciéndose en tus caderas,
encendiendo sábanas que arropan tu soñar.
Y entre las mieles de tus poemas
la brisa llena de ganas penetra sin prisa alguna
llenándose de tu esencia que anuncia primavera
hasta demorar el final de todo lo que en ti nace.
Es que en ti las mañanas nacen de los sueños,
en ti las noches duermen entre suspiros,
en ti los versos se hacen piel
para cobrar vida en tu belleza desnuda.
 

domingo, octubre 07, 2012

Te he guardado un sueño.

Te he guardado un sueño
aunque pueda no ser el ideal ni el perfecto,
sólo un sueño donde el sentir
es el deseo posible y concedido de quererlo,
donde tu silueta se manifiesta desnuda en sensaciones
que de tus poros brotan al descubierto.
Te he guardado un sueño
donde para ti me muestro como quien quieras sea,
si al cerrar los ojos liberas para mi ataduras,
donde el todo no importa cuando vislumbras los detalles
y tu noche se ofrece abierta a la siguiente mañana
para encontrar tus caminos interiores.
Te he guardado un sueño
donde cada insinuación que delata las intenciones
resbala con suavidad en la curvatura de tus formas
sin preámbulo que retrase o diluya la sorpresa,
y allí, en el reposo de tus pechos y de tu vientre
me desprenda desatando en un gemido el nudo de tu garganta
Te he guardado un sueño
donde todo cobra sentido si despierto tu agitación con mi tacto,
si tú recoges las señales para seguir el rastro
y tu mente sólo sigue el sendero que tu piel le muestra,
un sueño cubierto de osadía y donde el único riesgo
es que mis caricias no lleguen a tocarte.
 

sábado, septiembre 29, 2012

Envuelta en dulzor.

Quién pudiera tenerte envuelta en dulzor
para ser de tu noche el constante desvelo
y de tu mañana el vestido que tu piel luce
como rocío matutino sobre tus pétalos.
Acariciar contigo los sueños sin importar el momento
y caminar descalzos sobre el deseo ardiendo
mezclando sabores que juntos sean más que sólo un beso,
atrapando así las horas para coincidir en el encuentro.
Porque si trepáramos con locura hasta lo más alto,
lo haríamos para sentir el vértigo de precipitarnos
en caída libre hacia pasiones prohibidas
y hacerlas ciertas traspasando lo verdadero.
 
 
Mi mente trazaría caminos por lo atrevido
y tu cuerpo hablaría lleno de verbos nunca dichos
alimentado la necesidad de amarnos con delirio
yendo desde lo planeado hasta lo improvisado.
Y te dejarías quitar más que el aliento
y seríamos lo que pensamos, lo que decimos,
lo que sentimos y realizamos
e iríamos donde nos llevara el instante.
Me volvería tú, y te volverías yo
bajo ese pequeño trozo de cielo en la tierra,
el mar sería tu perfecto paisaje
y yo el anhelo hecho suplica desde tu boca.