Te despierto cuando el vacío inalterable
colma tus horas mudas en penumbras
y al sentir del tacto, casi sin mediar palabra
te llenas de la fragancia que te abraza a la calma.
Entonces te expresas siendo más tú que nunca
al descubrirte en mi plena,
en tu esencia más libre e íntima
y caminando con pasos seguros sobre el sentir.
Fue un impulso la chispa justa para avivar el fuego
y así se extendió sin límites el momento,
más allá del lugar que para tu alma fue sosiego
donde te das a lo que doy, cuando te siento como quiero.
Porque son las caricias carentes de miedos
las que pintan mi nombre sobre el terso lienzo de tus pechos,
marcando como mío el vasto territorio
que sólo cubre el fino riego de mis besos.
marcando como mío el vasto territorio
que sólo cubre el fino riego de mis besos.
Y así suavemente se vuelve el juego travieso
y bebes la miel que te alimenta a tu antojo,
cuando la prisa de tu boca acelera
el placer que hierve cobrando vida.
el placer que hierve cobrando vida.
Búscame y encuentrame de madrugada
a través del rastro húmedo que deja en ti la noche,
en esa sonrisa que en tu interior respira
y en tus ojos que ven más allá de lo que se conoce.