viernes, abril 05, 2013

Seré.

Seré la boca que esbozará humedad
más allá de la comisura de tus labios.
Seré agua en el mar de tu pasión
viajando por la corriente
que me lleve a tu interior.
Seré el fuego ardiendo
en el que me condenes con placer.
Seré el ardor bullente desde tu piel
para en cada palabra permanecer.
Seré con delicadeza y sin torpezas
las manos curiosas y ansiosas
por descubrir todo en ti.
Seré el susurro que provoque
ese escalofrío desde lo profundo de tu ser.
Seré tan sólo un momento,
pero intenso agitando tu latir.
Seré simplemente tanto
como me puedas sentir.




lunes, abril 01, 2013

Intima lluvia. (Dueto con Marina)

Toda colaboración junto a otra persona implica el desafío de unir ideas diferentes, estilos distintos y también maneras distintas de sentir,
finalmente procesos creativos diferentes.
Eso es uno de los motivos que hace interesante realizar un dueto poético.
 
Y en este caso específico lo que digo cobra real valor, porque mi otra mitad en esta ocasión es Marina, quien tiene un estilo muy personal,
que yo no podría igualar aunque me gustaría.
Sin embargo, muchas veces todo fluye con ese sólo querer.
 
Muchas gracias Marina por querer y quererme al querer.     
 
BdTG. <3
 
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"Intima lluvia"
(Marina y Dulce)

 
Llueve. Miras hacia la ventana y en tu espalda me dejas hacer. Repaso el trazo de mis dedos sobre tu piel, recorro el contorno de tus caderas, voy dejando besos de agua en el hueco de tu cuello.

Los desvelos se empapan de nuestra íntima lluvia, la noche se arropa en el refugio de los besos sin pronunciar palabra alguna, sólo conjuga el mismo verbo de los cuerpos sobre la cama.

El eco de las gotas suena a melodía cadenciosa. Cierro los ojos dibujando filigranas con mis labios en los tuyos. Mi aliento te envuelve, descubriendo en cada rincón gemidos que recorren el sendero de mi excitación, entre la desnudez de la tuya.

La suave brisa se cuela por los resquicios de la ventana, como yo lo hago por cada poro de tu cuerpo, para descubrir todo lo escondido en ti. Un beso, un simple roce hace brotar tu humedad, que lo confirma todo.

Y el tiempo nos mira silente escapándose entre las sábanas.



jueves, marzo 28, 2013

Tocando las alturas.


Te convertiste en mi sueño recurrente que cuando noto que estoy despierto aún siento que vuelo tomado de ti y puedo percibir el aliento que sopla hecho roce desde nuestras bocas y nos toca, provocando ese latido que se torna ansioso al suspenderse cuando se ahoga en la garganta antes de renacer en un gemido desde lo más profundo.

Te seduzco y al mismo tiempo me seduces con la insinuación tan sutil de tu mirada, con tu labios entreabiertos y tu dedo sobre ellos, con la inocencia justa en tu expresión, aquella que yo pervierto y tiento para jugar a desafiar al tacto.


Con tus ojos vendados entrelazas tus piernas a mi espalda para con ellas poner candado a mi cercanía, así te vuelves como el aire meciéndote al vaivén de tus caderas sobre mi.

Mis manos no tropiezan con nada delineando tu figura, se mueven a voluntad por tus dorsal subiendo hasta tu pelo que se enreda en mis dedos cual seda. Me refugio en tus brazos en tanto tus pechos rozan mi cuerpo, la respiración se agita y el ansia se multiplica, mis dedos descienden hasta el final de tu espalda y hago brotar tus ganas, y tú haces que desee con prisa recorrer el desnudo paraíso de tu piel develado sólo para mi.

Inhalo de ti el perfume que eleva mi pasión y tus alas se despliegan para alzar el vuelo más allá de cualquier mal sueño, sólo con el vértigo del tacto enardecido al tenernos.


Es que tu presencia embellece el silencio y las palabras tan sólo se callan porque nada de lo que digan iguala a la caricia de nuestras almas.

Me sueñas y te sueño, en el instante que subes a lo más alto y junto a mi te atreves a ir tan lejos por encima de todo, que no parecemos tener fronteras ni final volando a través del deseo, tocando las alturas del placer y convertidos en estelas donde el único riesgo es ciegamente perdernos.

Y en el momento preciso en que te quito la venda de los ojos tras derramarnos juntos, tu mirada encuentra la mía y en ambas, el mismo brillo sin miedo a quemarnos. Te llego, me llegas, muy dentro.

Llevas mi presencia en ti porque vivo en ti y tú en mi tocándonos en el interior.

No dejes de sentirme, ponte tus alas para mi.