sábado, junio 01, 2013

Costa mágica. (Dueto con Algamarina)

Una sirena me envolvió con su canto y me llevó entre las olas mar adentro
haciendo eco de mis versos con los que brotaban de ella,
así nació entre el oleaje impetuoso este poema.
 
Muchas gracias Algamarina, sirena de playas doradas
por permitirme llegar a la orilla de tus húmedas y mágicas costas.
 
 
_______________________________________________________________
 
 
 
"Costa mágica" 
(Algamarina y Dulce)

Juntos invocaremos la tormenta más viva,
que se desata tras la libertad contenida,
para doblegar y someter la mente
a través del juego de los placeres.

Juntos esperaremos la brisa más tibia
después de cada ansiedad alborotada,
para gozar con las manos que acarician,
y con el éxtasis de frutos que estallan.

Pulso a pulso mediremos el tiempo
para caer luego uno en el otro disueltos,
como olas de fuego en el mar de la excitación,
sin nada que decir, pero todo para sentir.

Poro a poro en el océano azul profundo
marcaremos de fuertes temblores la playa,
la humedad de dos cuerpos trenzados
en una costa mágica de mareas y agua.

Abriremos la puerta de la pertenencia,
muy tensadas estarán las amarras
y tu sexo como vértice placentero
que agita de placer las entrañas.

Abriremos las azules bahías de bruma,
oteando en la marea la nave más alta,
así, cuando seamos el eco interior que brota
de la voluntad entregada a quien la reclama.


viernes, mayo 31, 2013

Destellos de Mi Luna.


Cuando la magia te envuelve
brillas intensamente
y te vuelves en esencia lo que eres,
sensualidad que entre la oscuridad emerge.
 
Gracias Mi Luna por cada bello detalle que me brindas desde tu corazón. 
 
 
 
 
 

 

 


lunes, mayo 27, 2013

En tu espalda.

Me dejarás escribir sobre tu espalda
apenas despunte la primera luz del alba,
sin plasmar letra alguna
sólo con palabras mudas
grabadas profundamente 
con cinceladas de mi lengua afilada.
E iré por la extensión de tu columna
trazando líneas de perfecta arquitectura
y levitando entre aromas de quietud.


 Me dejarás enredarme en tu pelo
al besar como un soplo de vida tu cuello
hasta perderme en el final de tu sendero,
sólo allí te confesaré mi excitación
revelando con un roce
el ansia que consume mi fervor.
Y sellaré mi manifiesto con dos besos
en el lugar que mis labios en ti han escogido,
uno a cada extremo y ambos como espejo
que al sentirlos me atraparás en tu dicha.