domingo, julio 07, 2013

Culpa al viento.


Culpa al viento,
a ese viento que respiras peligrosamente
entre el perfume ligero de la noche
y no te abandona al sigilo de los sueños
sin robarte antes los últimos instantes de cordura.
Cúlpalo de la visible agitación en tu pecho
cuando inesperadamente se acerca
y te induce sin pesar a los deseos
trazando el camino que sigues sin saber
que te atrae y te lleva al mismo tiempo.
Cúlpalo además de la tibieza de tu desvelo
y de todas las palabras que por nadie escribes
cuando tú y él se vuelven adictos al verso,
cruzando silencios suspendidos
entre las miradas que se hablan.
Cúlpalo, que así todo cobra sentido,
que así todo comienza,
cuando al fin ves sus adentros
y le dibujas en tus mudos labios
un beso delineado con tu dedo.
Cúlpalo de que tu mano lo acaricie
creando relieves en el aire y también,

de que la única realidad cierta
sea la que explica tu sonrisa.
 


miércoles, julio 03, 2013

Tenerte.

A qué sabes?
A qué hueles?
Cuando es fácil hablar de belleza
y sencillo decir palabras complacientes,
pero complicado percibir la esencia.
A qué suenas?
A qué sugieres?
Cuando eres canción de tersa melodía
y en la inconsciencia cruzas por mi mente
manifestándote tan atrayente.
A qué sabes?
A qué hueles?
Cuando de sólo mirarte sin verte
mis ojos inventan tu cuerpo
y crean la sensación de tenerte.
 
 

viernes, junio 28, 2013

Perfecta simetría.


Tienes el mismo halo que rodea a los sueños,
nunca veo tu rostro y sólo conozco
el deseo que inspira tu cuerpo,
cuando mis ojos recorren atentos
las líneas de tu desnudez.
Esa perfecta simetría en la que me atrevería
dispuesto como principiante a perder toda sensatez,
piel tornasolada que es observada,
curvas sinuosas con elegancia adornadas,
corsé, medias y tacos que no empañan el placer de ver.
Envuelves con misterio,
deslumbras como ígneo reflejo
y aunque guardas la mirada aún así no queda nada
que la imaginación atrevida no recree
mientras la excitación se hace agua.
Seduces con el sutil arte de sugerir
y cual obra maestra modelada con sapiencia
te conviertes en imagen que despierta la lascivia,
mujer hecha tentación en la que se sucumbe,
desbordada como río cuando se descubre.