De ti soy, de mi eres en un lazo sagrado para ser uno cuando escalamos al cielo sin pensar en el abismo, traicionando la distancia para dejarla en el olvido y tus caderas cual péndulo bambolean equilibrándose al borde del delirio. Porque siempre habrá deseos queriendo ser el mantra vivo de tus labios pero sólo los míos provocan la exaltación del fuego que enardece en tu garganta. De ti soy, de mi eres.
Más allá de las consideraciones que podemos tener sobre fechas como Halloween y otras, propongo un juego para estimular como siempre la imaginación. Dos preguntas para jugar...