Ríndeme a la belleza
de tu universo,
al verso sobre tu piel
y a la piel que es sentimiento.
Ofréceme justo el momento
en que eres una oscura obsesión
que crea adicción y da satisfacción
para volverla placentera.
Que no quiero regreso
después de viajar por tu cuerpo,
quiero dejar trazos finos
que sólo te recuerden a mis dedos,
mientras el pecado se haga de ti
y así de mi a través del pensamiento,
para estar en tu permanente memoria,
siendo lo más febril de tu goce.