Instinto,
el impulso primario que en ella habita
cobijado en su fragilidad
y develado ante la mirada
de quien le sabe tan niña.
Ojos despiertos
en la viveza de sus ganas por saborear
el más leve roce
que alimenta su fascinación.
Yo podría asegurar
que por propia ambición,
nadie antes la acarició por dentro.
Soy el alfa en su mente y cuerpo
conmigo siente que va hasta el infinito,
prueba luna y cielo para descubrir
que ya se había para siempre perdido
al sentir arder las yemas de mis dedos
tocando la seda de su sueño.
Yo podría asegurar
que en su laberinto