He mudado mi piel para vestir la tuya,
he dejado entrar tu luz
para que recorra mis venas
y se abra paso por dentro
hasta darme vida.
He renunciado a perderme
para encontrarme en ti,
me he dejado raptar por tu risa
que con precisión
que con precisión
anticipa cada instante.
He vuelto mis ojos
hacia el corazón de tu sol naciente
cambiando el curso de mi viaje,
ascendiendo en la espiral