jueves, abril 24, 2014

Rocío y lluvia.

Somos fuerzas opuestas,
la tuya que contiene, la mía que embiste 
 con hambre que desgarra
dentro de tus suaves paredes.
Mis labios encajan en los tuyos
como llave en la cerradura
y tu goce se diluye
vertiéndose hasta mi boca desde tus labios
que no saben pronunciar palabra alguna.
Mi lengua flota libre
por tu cálido cielo interior
e ingrávidas cabalgan tus caderas
hasta que pierdes la consciencia en mi voracidad
y yo sujeto entre tus muslos
con mi aliento mojado de rocío y lluvia
encuentro el tesoro de tu sonrisa generosa.
 
 
 
 

domingo, abril 20, 2014

Campanas.


Cada día las campanas suenan a la hora exacta, ella las oye apoyada en el marco de la ventana con el mundo afuera tan ajeno a su felicidad, cuando se deja llevar sabiéndose segura en sus brazos, los de él, que en ese momento desliza suavemente sus dedos bajo la ropa como descifrando el camino aún por recorrer y descubrir. Así escala hasta lo más alto apoderándose de sus pechos, amoldados perfectamente a sus manos.

- Las manos, las manos tienen ese privilegio de tocar.-

El húmedo rastro que depositan los labios en su cuello es el mismo rastro que la excitación a la vez dibuja por entre sus piernas, el roce de las pieles lleva esa urgencia de la pasión que no se contiene, cuando la sangre se agita por la venas aceleradamente, en tanto los labios de ambos se encuentran.

- Los labios, los labios tienen esa fortuna de poder besar.-

Siempre le intuye, aún en las palabras sin pronunciar, ya no hay mundo afuera, sólo lo que sucede entre ellos, y los gemidos mutuos que pueden oírse casi infinitos. Le toma las manos a la espalda con firmeza y ella inclina su cabeza hacia atrás cuando siente que él se interna en su cuerpo, lo hace con la lentitud de un suspiro, se adhieren el uno al otro, el sudor le recorre finamente el torso a ella, más cuando él le jala del pelo tensando y arqueando su espalda. Entonces le susurra lo que ella quiere oír de su boca.

- Los susurros, los susurros tienen ese poder de estremecer.-


No es una danza, es un vuelo, él le llena las entrañas y ella se entrega por completo a su voluntad. Los pezones endurecidos, la humedad que se desborda, la excitación plena que los une, todo tiene otro ritmo, todo toma otro sentido. Los cuerpos se hablan mientras buscan la profundidad.

- El cuerpo, el cuerpo tiene ese poder de hablar.-

Los besos toman diversos destinos en la prisa, las manos de ella se apoyan al borde de la ventana, su cuerpo va hacia delante, sus caderas se baten al ritmo que él le impone. Se erizan, se aman, se elevan, hasta que el placer les recorre al mismo tiempo con su espesura y calidez.

Suenan las campanas y el mundo sigue ajeno allí afuera al momento únicamente de ellos, se miran en tanto los latidos desaceleran poco a poco, sus brazos la rodean y las palabras siguen teniendo la misma intensidad.

- Las palabras, las palabras tienen ese poder de hacer sentir.-


martes, abril 15, 2014

Para siempre.

El cielo la dejó caer en mis brazos
cuando su tarde oscurecía,
abrió sus ojos para ver el camino delante
extendiendo sus alas de cristal al placer
y de sus cinco sentidos
vi nacer un sexto.

 
El alba la sacó de mis sueños
y en mí se hizo carne,
sus lágrimas se hicieron perlas frente a mí
con todos los colores de su alma,
ahora corre sobre la arena blanca
de mi mano para siempre.