Carlotta.

Como silueta etérea 
Asoma por sorpresa entre las horas
Roza la existencia de la brisa que va y viene,
La noche es quien logra atraparla
Osada en su deseo de poderle vislumbrar.
Tiene el rostro del momento,
Tiene la voz del secreto 
Adivinando todo lo demás.
 

 

 

 

Lluvia.

Cuando sedienta tu piel

vestida de blancura virginal me esperaba, 

subí a la más alta torre

donde mora el sol y rasga las claras de la mañana

para precipitarme sobre ti sin demora

hecho fina y áurea lluvia

que fresca como celestial rocío

regó tu voluptuosa figura

 fecundándola de nueva savia.

Y con las palmas al cielo elevadas

sentías la pluvial caricia gota a gota 

ofrecerte generosamente deseos

que vertían en ti 

infinitas estrellas doradas.

 

 

 

Lore.

Le lleva el viento y ella

Ondula en el ir y venir del sentimiento.

Romance es el nombre de su verso

Esencia constante de amaneceres en su cuerpo.