Tiembla extasiada la carne
profanada hasta la saciedad,
en su interior sembrada
la semilla que enraíza
y germina hasta ser creación.
El principio de todo,
fluye, se disuelve y vuelve a tomar forma,
sin haber muerto renace
como fruto de mi cosecha.
Vivo en su mente, cuerpo y alma,
lato en su corazón, vientre y sexo
creciendo hasta el infinito,
concretando la razón de todo,
desafiando los límites del amor.
Ella, Yo y la misma fe.
en su interior sembrada
la semilla que enraíza
y germina hasta ser creación.
El principio de todo,
fluye, se disuelve y vuelve a tomar forma,
sin haber muerto renace
como fruto de mi cosecha.
Vivo en su mente, cuerpo y alma,
lato en su corazón, vientre y sexo
creciendo hasta el infinito,
concretando la razón de todo,
desafiando los límites del amor.
Ella, Yo y la misma fe.