Contigo invento el verso
como pretexto perfecto para hablarte
de todo lo que en mí se mueve
como inquieta sangre,
de como mis ideas se transforman en afán
por encontrar la exacta palabra
que consiga ser tu escalera al cielo.
Contigo escribo de lo que nunca vi antes,
lágrimas de lluvia deslumbrante
creciendo desde lo profundo
y del sentido que alcanza
el oírte rezando ante mi desnudez
al exorcizar mi sexo en tu nombre,
prometiéndote el gozo
en el torrente que de mí nace
como transparente diluvio.
Contigo he visto, extasiado,
el infinito a mi alcance.