Vino tu risa
al encuentro esperado de la mía
con todo el cielo vertiéndose
en las palmas de las manos.
Tanto sueño guardado
detrás de un velo silencioso
reconstruido finalmente
en el diamante de tu presencia.
Y me hiciste soberano dueño
de tu ofrenda sin medida,
para sentirte viva
en la razón que justifica
olvidar el antes
Tanto sueño guardado
detrás de un velo silencioso
reconstruido finalmente
en el diamante de tu presencia.
Y me hiciste soberano dueño
de tu ofrenda sin medida,
para sentirte viva
en la razón que justifica
olvidar el antes
en el amanecer eterno