Pon tu confianza sobre la mía,
déjame mostrarte la luz que yo veo
y sigue el sonido de mi voz.
Crece entre mis manos
hasta que oigas a tu alma hablar,
libre y tocada por la ternura.
Pon tu cabeza sobre mi pecho
y siente mi respiración
anudada a la tuya,
creando un puente
tendido entre tu interior y el mío.
Que no hay lenguaje tan verdadero
como el que hablamos sin vernos,
ni sentimiento más cierto
que aquel que explica el portento
de nuestra intuición.
de nuestra intuición.