jueves, septiembre 17, 2015

Elemental.

 
Saber desatar tu caos
hasta prender fuego
e incendiar tu interior,
provocar tu satisfacción.
agudizando la sensibilidad
para que sea fina como el aire,
y llevarte a caminar
descalza sobre tierra fértil
surcando una misma senda juntos
como moléculas de agua
generando vida.
Es la manera que tengo
de hacerte elemental en mí.


 

lunes, septiembre 14, 2015

Tesoro.

 
En el preludio de sus muslos
se dibuja un delta,
aquel ángulo perfecto
que desemboca en su abertura.
 Allí su mano toca
el encanto exquisito de su tesoro,
donde rebosa la carne ansiosa
como favor prometido.
Con esa visión ella me tienta
porque sabe que no me resisto
a caer en el vórtice de su sexo,
así como sus yemas trémulas no contienen
invocar a nombre de mis dedos
el goce que solo en mí encuentra.
 

sábado, septiembre 12, 2015

Presto (Regalo de Auroratris)

Por segunda vez, demostrando una enorme generosidad,
Auroratris nos regala un texto de su autoría
en el cual nos vemos reflejados aunque no esté inspirado en nosotros. 

Y agradecemos su gesto cariñoso
destacándolo también en nuestro espacio.

Muchas gracias Auro por tu cariño y generosidad,
y por hacernos parte de tu arte.

Besos dulces nuestros.
___________________________________________________________

foto sacada de internet
"Presto"
(Auroratris)


Anclada al compás de tus caderas...

Tensado el arco de mi espalda como dócil instrumento entre tus manos me desgarras notas en el pentagrama de mi costado, definiéndome el allegro en la piel rozada con la cuerda de tus labios. En cada línea una clave, en cada clave el timbre de tu voz sodomizando a mi cordura.

Asida a tu hechura...

Me aferro a la impaciente voracidad de tus manos que recorren mi cuerpo de guitarra afinando y desgajando la funda que habita. Mi figura de mujer se abandona al abrazo como espuma de mar sutilmente amparada en el nido de tus muslos.

Enlazados los brazos alrededor de tu cuello niego la visión de la imagen que me arropa para deslizarme como collar de cuentas por la falda de tu pecho, y dejarme mecer por la balada entonada. Tu nombre en la punta de mi lengua haciendo de la entrega la inmortalidad de tu ser.

Tu mirada atrapando el cielo exhala la esencia regalada. Devoras el aire, robas los suspiros… te vacías como lluvia de abril. Y las bocas se hacen cómplices de las pupilas y las pupilas de la hoguera.

Adagio...

En la cruz de tu efigie me acomodo renunciándome y recogiendo el sosiego desertado para seguir sintiendo en las teclas de mi piel los últimos acordes de impiedad.