Pendular
es la oscilación de tus caderas
sustentadas en la fuerza de mi empuje,
te balanceas
a ojos cerrados sobre mi trapecio
equilibrada sin mal de alturas,
pareces un ángel
que no te hace falta el cielo.
Desafías el aire ignorando el vacío
cuando llegas a tocar lo alto
suspirando en la cima,
y en el arco de tu espalda
yo como flecha ya en ti anclada
te llevo a caer segura
en la red que te tiende mi pecho.