En piel alba reviste
su esencia real y sagrada,
allí reside la virtud que la enaltece
ante quien la descubre.
En miel se baña su mirada abisal
fuente viva de su naturaleza
con rumores de ensueños que atrapan
e incitan acariciando mi locura.
En voluptuosidad se encarnan
sus labios destilando ambrosía
en donde sucumbe entera
mi hambre por besarla.
Y con candiles de estrellas
enciende para mí las horas
donde todo lo mío comienza
y nada con su presencia termina.