jueves, agosto 04, 2016

Regalo Perlado.

 
Un día apareció cuando vestía de azul
o apenas mostraba un mechón de su cabello,
apareció dejando su poesía, su sensualidad, amabilidad y cercanía
y se hizo Hada Madrina de mis letras.
Así pasó el tiempo y el Hada se hizo Perlada,
sus letras se volvieron fuego
y hoy muestra más que un mechón de cabello,
y así escribe a este Dulce Caballero.
 
Muchas gracias Mi Hada Perlada por este regalo.
 
Besos con dulzura y mi cariño.
 
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"Caballero"
(María Perlada)

Esculpe y talla la poesía,
con elegante maestría,
modelando las palabras,
cincelando los verbos,
articulando los silencios,
grabando las caricias,
imprimiendo cada gesto, 
como un buen Maestro.

Arde y tienta al fuego,
incitando entre las llamas,
con los versos de su infierno,
desatando la avaricia impulsiva,  
como el más perverso de los demonios,
perturbando al universo los sentidos,
endiosando al paraíso los latidos,
elevando más allá del cielo,
como el Dios más sagrado,
entre rezos y plegarias,
oran las entrañas.

Luce y esparce el camino de orfebrería,
con elegancia, sutileza y sapiencia, 
como un Señor Caballero.

- Caballero -
 

lunes, agosto 01, 2016

Alas.

 
Alimenta mis obsesiones
cuando es la dádiva
que me llena de satisfacción,
soy amante de su lascivia
es como un pedazo de cielo,
como el mismo ángel
que pierde altura sin sentir miedo
para dejarse caer en mis manos.
 
 
Alimento sus perversiones
cuando soy una adicción.
que la llena de extraña calma,
es amante de mi lujuria
soy como las flamas del infierno,
como el mismo demonio
subiendo a lo más alto con toda seguridad
para darle alas a sus ocultos deseos.

Así volamos.
 
 

jueves, julio 28, 2016

Jaculatoria.

 
Y ella dice amén
envolviendo su plegaria
con el adagio de un canto llano,
sabe elevar el verbo
con la elegancia de quien se mueve
a placer y libre
por la urdimbre de las palabras.
Ella pinta escenas
que sólo la mente ha de retocar
para llegar a ser provocada,
superponiendo tonos y matices
atrae con descaro y osadía
los sentidos más dormidos 
consumando con deleite su intención.
Ella se inspira
libando la savia del verso,
prodigando así su jaculatoria.