viernes, agosto 12, 2016

Complacer.

 
Con un beso bendice
la bondad que dentro ha de cobijar,
 se hunde la falange
y en acto reflejo
ella vibra hecha un diapasón
que emite sonoridades en clave mayor.
Envuelve con su hervor
al invasor que asciende
palpando, tocando,
desgarrando hasta el gemido
contrae y se entorna
sintiendo el enjambre
que delata su vientre,
hasta anegarla
de tanta satisfacción
como puede sentir al complacer.
 
 

miércoles, agosto 10, 2016

Susurros de Auro.


No es primera vez que tengo el privilegio de lucir en mi blog
un texto escrito por Auroratris, y como los anteriores,
este también me ha sido regalado por ella generosamente.

Ella me llama Señor de las palabras, y me brinda su constante admiración
pero siendo justos, ella no es menos y hoy yo le manifiesto
mi admiración por su arte al escribir.

Muchas gracias mi querida Auro
por tu aprecio, admiración y presencia constante.

Besos muy dulces.

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"Amén"

 
Genuflexión ante la depresión de la figura silente, 
preparada para el bautismo que le dará la absolución. 
El Flagelo húmedo se pronuncia 
invadiendo todo el verbo.

Encallada la mirada en su altísimo... 
encomienda su rendición loando el cuerpo y la savia de su dios. 

Sacramento en todos los albores de su letanía.
Alabanza engendrada desde la caverna sagrada, 
manto quemando el Sinaí que se 
Eleva en Purísima Ascensión...

Clausura su fe entre los bordes reverberados, 
aprisionando la exaltación de su ara.
 
Amén de las estaciones que truenan ante su pose de
súbdita entrega...
emergiendo el credo que rocía su inmaculado púlpito, 
y en la creencia que la recibe ella besa 
El Sagrado Cáliz lleno De Vida.
 
 
©Auroratris       
  

sábado, agosto 06, 2016

Creador.

 
No hay razón que no sustente
su irisada maravilla
que ni la amenaza de un silencio
logra apartarla y apagarla.
No tengo que inventarla
si conmigo alcanza todo su fulgor
y he sido creador de su imagen
con tantos nombres dados
y en ella encontrados
como revelaciones que me aguardaban.
No hay nada que pueda negar
cuando todo lo siente realmente,
que es Mía por sobre la carnalidad
y sin posible renuncia,
así como el mar vuelve siempre a la orilla
porque en ella encuentra su calma
y en su borde dibuja
con surcos profundos su nombre.