Sé de mi
en texturas de miel
que resbalan y se disuelven
por el báculo
que vuelves sagrado.
Absorbe
el oxígeno vital
líquido y espeso
convertido
en la albura de tu risa.
Silencia el clamor
amparándome en tu gruta
para sentirte cual oleaje
replegando mis orillas
con avasalladora violencia.
Anídame y ahógate en esta
sed de mí.