Entre tu piel y mi piel
escurren aguas inquietas
por vernos mojados.
Entre tú y yo
los corazones pierden el paso
ante la prisa de tocarnos.
Entre ambos, hay lugares
donde solamente pueden caber
fulgores brillantes
que exilien lo obscuro.
Entre el suelo y el cielo
mora nuestro sueño primero,
bastión infranqueable
para días presentes y venideros.