Quiero el hervidero de tu indecencia,
el sabor entero de tu placer
rendido al poderío del mío.
Hasta llevarte más allá
violando todos los límites de cuerpo y mente,
dejando que la tentación te seduzca.
Quiero que pronuncies mi nombre
con el hierro candente de mi hombría
marcándote a fuego vivo.
Fomentando en ti
la súplica anhelante desde tu boca,
aquella palabra
que de rodillas y ante mí
el sabor entero de tu placer
rendido al poderío del mío.
Hasta llevarte más allá
violando todos los límites de cuerpo y mente,
dejando que la tentación te seduzca.
Quiero que pronuncies mi nombre
con el hierro candente de mi hombría
marcándote a fuego vivo.
Fomentando en ti
la súplica anhelante desde tu boca,
aquella palabra
que de rodillas y ante mí