sábado, noviembre 26, 2016

Señor.

 
He conquistado el territorio
en donde no hay fin
y la primavera siempre estalla
con sus invisibles aromas desnudos.
He sembrado allí la posesión
para que seas propiedad ahora de mi alma
donde perpetuo reinaré
sin medida de tiempo ni espacio.
Porque Señor de tu feudo soy
en pretérito y en futuro,
proclamado a viva voz
 desde la certeza más vital
de tu sentimiento.
 

lunes, noviembre 21, 2016

Potestad.

 
Un trono para dos monarcas,
la primera gobierna como astro mayor
sobre la torre que se yergue
imponente al sur,
siendo certeza y sabiduría.
La segunda es aire que con justicia
despliega su alborotada melena
asentada sobre la sierpe
que fustiga su goce al norte
como un joven deseo que se rebela.
Ambas se alinean
en un mismo nombre
y como dos tesoros emergen
bajo la potestad de quien ensalzan
con el diluvio deseado de sus afluentes.
 

jueves, noviembre 17, 2016

Células.


Y si sangro
que sea como sudor cálido
que impregna el tuyo propio
bajo el manto de la desnudez
que nos cubre con furor.
Porque furor es lo que nos agita
mientras colisionamos
como dos células que originan vida
al fundirnos torso contra dorso
para tan solo rendirnos ante lo carnal
de esta fecunda simbiosis
que nos expande como reguero
por placeres interiores.
Y si sangras,
que sea como lluvia purificadora
luego de evaporarme en ti.