viernes, diciembre 02, 2016

Musa.

 
Cuando te elevo
como magna oración
que enuncio con hondo fervor,
me vuelvo alquimista de luces y sombras,
de gritos y silencios
que en el fragor del sentir
dan vida a mis versos.
Versos que recalan por los poros de tu piel
y germinan en ti el deseo,
versos que se hacen latidos,
que trasmutan sin intervalos en besos
fraguados en la lumbre de tu agitación.
Cuando te elevo
eres musa de mi inspiración
y tu anhelo se encuentra en el mío.
 
 

miércoles, noviembre 30, 2016

Susurros musicales de Auroratris.

 
Tocó la puerta y dejó una canción
ella, que sabe cómo hacer de la palabra un concierto de sensaciones
prefirió la música, y es que la música también es poesía,
más aún tratándose de un poema de Poe hecho canción.

Gracias mi apreciada Auroratris
por traer a Annabele Lee, a Poe y a Radio Futura a mis dominios.
 
Besos muy dulces Auro.
 
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"Annabele Lee"
Radio Futura
(poema de E.A.Poe)
 
Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
 
Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.
 
Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel lee
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.
 
No luce la luna sin traérmela en sueños,
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
 
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
que saben más como dicen de las cosas de la vida,
ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee.
 
No luce la luna sin traérmela en sueños,
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
 
En aquel sepulcro junto al mar,
en su tumba junto al mar ruidoso.

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.

 

sábado, noviembre 26, 2016

Señor.

 
He conquistado el territorio
en donde no hay fin
y la primavera siempre estalla
con sus invisibles aromas desnudos.
He sembrado allí la posesión
para que seas propiedad ahora de mi alma
donde perpetuo reinaré
sin medida de tiempo ni espacio.
Porque Señor de tu feudo soy
en pretérito y en futuro,
proclamado a viva voz
 desde la certeza más vital
de tu sentimiento.