Hágase en ti
todo lo que yo quiero
desde el supremo secreto
hasta el grito en desgobierno.
Hágase en ti
toda la fortuna esquiva
causas perdidas y nuevas,
principio y final de vidas.
Hágase
el silencio más sabio y profundo
al acallar tu boca
profanada por la sierpe de la mía.
Hágase lento el fuego
en el que ardes crepitante
con entera satisfacción
y por propio regocijo.
Hágase en ti
todo por mí
y no de otra manera.