lunes, junio 18, 2018

Tentaciones.


La Biblioteca siempre era un lugar dentro de la abadía donde solía pasar un momento a diario, alejado de los deberes y liberando su mente. Era un hombre metódico, culto, le gustaba sentir en sus manos las hojas suaves, otras veces ásperas y aspirar el aroma distinto de los libros. Disfrutaba de la lectura, de cada historia que lo llevara más allá de esas paredes.
 
Aunque pensaba que no había libro allí que ya no hubiese leído, igualmente recorría las estanterías intentando hallar en ese lugar aún la sorpresa. Fue así que fijó sus ojos en un pequeño libro de cubierta dorada. Estiró su mano y lo cogió soplando sobre la tapa, quitando el polvo acumulado sobre ella. "Tentaciones", era el título inscrito sobre esa dorada cubierta.

 
Buscó una mesa algo apartada y abrió el libro de hojas amarillentas, pero decorado finamente a mano, dibujos de demonios, escenas sexuales, orgías, que no pudo evitar mirar al cielo y pedir perdón a Dios por poner su atención sobre tales manifiestos. Sin embargo, su curiosidad podía más, sus ansias de conocimiento era lo que finalmente lo tenían allí.
 
Llevado por el azar abrió una página cualquiera y procedió a leer: "Era la manzana ofrecida abiertamente con todo su dulce veneno, de sangre caliente como el averno. Y a su lado reptaba ella con toda su sapiencia en el arte de seducir y de llevar al abismo de la tentación. Así probó del bendito fruto de su vientre y con ella la madre de todas las lujurias, juntas formaban un secreto vínculo, nombrarlas era descubrirlas tan iguales, tan distintas, pero el mismo fuego las consumía cuando se derretían al unísono en perfecta sincronía ante un mismo cuerpo al cual se prodigaban con esmero..."
 
Tras leer, solo pudo tomar su cruz que llevaba colgada al cuello y volver a mirar al cielo, cerró el libro con cierta agitación y lo devolvió a la estantería. Al retirarse exclamó en voz baja: No puedo más; necesito huir…

© Dulce

 
Relato que forma parte de la propuesta: "Tentacion(es)"
para el blog "Paraíso de Letras" de Ginebra Blonde.
 
 

sábado, junio 16, 2018

Susurros de Cora-zón.


Dulces susurros que Cora ha dejado en mis dominios
cual ángel surcando el cielo, desde su alma y corazón
con su impronta luminosa.

Muchas gracias MI Corita por tanto siempre.

Besos con dulzor.
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Desafiamos el abismo ...
Boca contra boca ..manos entre manos
estirando la caricia con las ansias de alcanzarnos
Cuando el destino solo es uno
indeleble y latente
Alma con Alma
 
Se hacen esclavas tus pupilas
donde renace ese instante vaporoso y a la vez sublime
contemplación y adoración en todas sus formas
redención donde se encarna lo mas bello
puro latido que purifica.
 
Fortuna quien está bajo el influjo de un ángel,
criatura alada envolviendo las sombras con toda su luz,
bajo su sonrisa aflora el candor
de quien la contempla ...
no sólo en su cuerpo ...
astral como todo su universo,
y sabes ? ... allí en su cielo
se encuentra la eternidad ...
bañada en la pureza que la nombras.


© Cora

 

martes, junio 12, 2018

Llanera.

 
Se abraza al goce y viaja
cual marea viva
que al viento se deja
y de sueños se empapa.
El verso es su gracia,
la fe su fortaleza,
como salino es el rastro
de su alma llanera.
Sobre las rocas se recuesta
mirando el horizonte,
invocando a la musa
que se apodera de ella.
Proveyéndola con gentileza
de su ágil oratoria espontánea,
un brillo que emana enardecido
fulgente, pasional.