sábado, septiembre 14, 2019

Regalo de Magade Qamar.

Así como hubo gratas sorpresas en mi cumple,
también hubo ausencias que se extrañaron,
pero siempre el cariño es oportuno cuando se recibe,
sea en el momento que sea.

Mi gratitud Magda por tu regalo y cariño.

Beso dulce con el mío.
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De él, pasiones desnudas envuelven la sangre de sus venas,
tinta líquida de Sentimiento y Pasión que descubren el latido del hombre,
y en mis ignotas pupilas enmudecen las llamas,
hebras y aguja de distancia consumida, hechas poesía de versos,
de corazón abierto a palpito nocturno,
cual infinito es el fuego de sus noches
en la Letra de su Alma.


© Magade Qamar


domingo, septiembre 08, 2019

AcorDe. (Dueto con Auroratris)

Para ella soy el Maestro de las palabras
y yo la considero de las mejores poetisas que leo en blogs,
que bien puede ostentar ese título mejor que yo.
Por ello cumplir este sueño es un honor.

Mi gratitud Mi Querida Auro por el placer de este dueto.

Besos muy dulces.
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" AcorDe "

Hay una inflexión que vibra en el aire,
que cobra vida entre vocablos
modulados al sentir
y una espera subyugada
a un enjambre de pálpitos
maquillando la quietud ante el rumor.
Trémolo cuerpo, se torna instrumento
maleable en el influjo victorioso
del trance y la posesión,
para quien sabe elevar sus acordes
liberando filamentos que en su prono
van enroscándose a un mismo deseo.
Y se multiplican las sensaciones
como notas osadas de armonía
sometidas al tempo de un adagio,
danza encarnada por dos sombras
ocultas en la nebulosa noche,
sitiadas sin premura en un sibilino cuadro.


© Auroratris + Dulce


jueves, septiembre 05, 2019

Viaje.

Había un instante que anunciaba su llegada, como la noche, siempre sucedía. Cómo?, no lo sabía, era un misterio, pero lo presentía hasta que se hacía corpóreo ante sus ojos para llevarla en un viaje más allá de los sentidos, más allá de todo. Tan lejos como nunca había ido.


En su hipnotismo lo dibujaba, todo su rostro a ojos cerrados. Qué era? una palabra apenas, una voz en su mente, un impulso que la despojaba de todo temor. Tal vez explicarlo carecía de importancia porque vívidamente lo sentía, lo oía. Su voz le pedía, le hacía sentir demasiado. Y su cuerpo no podía fingir, tan solo se entregaba irrenunciablemente. 


Existía, sabía que existía al sentir el beso que sellaba cada encuentro y el derrame de humedades por entre sus muslos. Antes de llegar la madrugada el viaje terminaba, pero sabía que no era el último.



Microrelato que forma parte de la propuesta "Hacemos las maletas"
para el blog "
Paraíso de Letras" de Ginebra Blonde.