Invítame a ser parte de tu carne a dejarme caer en el abismo de tus misterios para ser aliado de tu alma esencia en la matriz de tus incendios. Ábreme la puerta hacia tus fértiles jardines que transformaré el sentido del dolor en edén para tu existir devorando con fiereza tu incandescente firmamento. Invítame a entrar.