Pequeña Mía,
si pudiera disipar la penumbra
la iluminaría con tu sonrisa
que evoca el candor de los días.
Tú que eres la fuente donde bebo
los manantiales mas puros del amor
y en ellos soy ungido con generosidad
por tus benditas aguas.
Allí mis labios hacen cantar a los tuyos
cayendo preso de tu encantamiento,
porque sé que lo perfecto sobrevive
y permanece en ti.
Tú, que siempre llena de gracia,
con tu sola presencia
sobornas todas las miradas.
si pudiera disipar la penumbra
la iluminaría con tu sonrisa
que evoca el candor de los días.
Tú que eres la fuente donde bebo
los manantiales mas puros del amor
y en ellos soy ungido con generosidad
por tus benditas aguas.
Allí mis labios hacen cantar a los tuyos
cayendo preso de tu encantamiento,
porque sé que lo perfecto sobrevive
y permanece en ti.
Tú, que siempre llena de gracia,
con tu sola presencia
sobornas todas las miradas.