Quién sabe del preciado tesoro que guarda en lo abisal lejos de un haz de luna. Qué ignota fantasía la envuelve por las noches con aroma de fresco laurel. Qué oráculo descifra su imagen dibujada por los designios del deseo. De qué libro, de qué pintura, de cuál poema se ha fugado aquella ninfa embrujando al tiempo que no logra alcanzarla.
Devela ante mí la naturaleza majestuosa que depreda la mirada, deslumbra y ciega soles con el esplendor de tu elemento, rebosando al desbordar tus copas enarboladas. Muéstrate oferente ante la bacanal desatada que aviva mi boca, que al calor de las brasas arrebataré todo pudor que oculta tu indecencia, adueñándome entre el crepitar de tus embriagadoras bondades que saben a néctar.
Día 1. 8:00 AM
El reloj sonó temprano, como cada día, interrumpiendo los sueños tibios que la madrugada solía despertar en ella. Se incorporó y salió de la cama rumbo a la ducha. Su cuerpo aún guardaba la calidez de la noche anterior. El tacto del jabón aroma a chocolate por su piel y el agua, saciaron sus ansias de más..
Dia 2. 9:30 AM
Mientras preparaba el desayuno sonó el móvil, al tiempo que él le daba los buenos días con un beso que le hacía sonreír y recordar las mañanas cuando paseaban al aire libre por el parque cercano, paseos que añoraban volver pronto a realizar juntos.
Dia 3. 11:00 AM
Tras el desayuno, puso su canción favorita, aquella con la cual lo conoció. Cerró los ojos y sintió como él la abrazaba haciéndole sentir la seguridad que necesitaba.
Dia 4. 15:15 PM
Ambos se asomaron a la ventana que daba a la calle encontrando con sus miradas una sonrisa del otro lado, una sonrisa que los hacía sentir más cerca del mundo. Él sopló con su aliento el cristal dibujando una cara sonriente con sus dedos y ella hizo un corazón con las manos.
DIA 5. 17:21 PM
A diario era inevitable repasar cada momento, tantos recuerdos en el tiempo, miradas, canciones, palabras, momentos, que cobraban hoy mayor importancia. Como aquella noche de estrellas en verano cuando le propuso matrimonio.
Dia 6. 19.58 PM
Terminó de leer otro libro, ya había perdido la cuenta de cuantos sumaba a su haber. Pero su favorito era aquel que él le había regalado en su primer cumpleaños juntos, la dedicatoria la llenaba de emoción cada vez que la volvía a leer. "Siempre estaré contigo".
Dia 7. 0:13 AM
Antes de ir a la cama, escribió un mensaje como cada noche, "ya es hora de dormir, que descanses y sigas bien. Hasta mañana madre". Al tiempo que apagaba, él la abrazaba para soñar juntos en la cercanía. En la incertidumbre, el uno al otro eran su mayor certeza.