Y me habló
del exquisito deseo
que recorre vibrante su espalda
como arco tensado
ante el embate profundo
y sin contemplación
de mi demanda.
Y alzó la voz
con trémulo estremecimiento
del exquisito deseo
que recorre vibrante su espalda
como arco tensado
ante el embate profundo
y sin contemplación
de mi demanda.
Y alzó la voz
con trémulo estremecimiento
al proclamar su rendición
siendo presa entre mis manos
profanada en su gloria,
inmolada por placer,
como nunca antes vencida.
inmolada por placer,
como nunca antes vencida.