Oval es el marco
donde encuentra reflejo
el cuadro completo
de la ignota belleza,
la que el cristal no reniega
ni la sabia mirada confunde
con fatuos destellos
pletóricos de insinuación.
Oval es el halo
donde el beso se espeja
sobre el radiante neón
velado de finas transparencias,
allí fenece la plegaria
y se hace cierto el anhelo
implorado con vehemencia