jueves, enero 21, 2021

El Baile por Albada III.

Contó un, dos, tres
y con picardía a la fiesta se unió
para aventurarse en un dulce juego.
Desde lo alto lo vio
descubriendo el anillo indiscreto,
pero decidió callar
haciéndose parte del secreto.

© DUlCE


Mi gratitud Albada.
Besos dulces.

Baile de disfraces por Fin de año.




Mis preparativos para la fiesta de fin de año convocada por Dulce habían acabado. Necesito poco de nada para sentirme segura, pero con un antifaz tan delicado, me esmeré un poco más que de costumbre en mi vestimenta y peinado. Dejé mi pelo suelto, con los rizos como agua, sobre el que flotaban diminutos collares de nácar y lapislázuli. Luego comprobé que, al reírme, producían un efecto de baile blanco y azul sobre mi negra cabellera.

Me abrió la puerta de la mansión un hombre con librea y peluca blanca, y enguantado, quien me ofreció una copa de champagne. Al fondo, el salón lucía profusamente decorado, con detalles de carnaval y de invierno. El anfitrión, quien iba de grupo en grupo saludando, se acercó a mí, saludándome afectuoso. El baile posterior, entre mesas con exquisiteces de buffet libre, fue magnífico. Bailé con tres hombres enmascarados, a cuál más divertido, ocurrente y educado. El champagne tal vez se me subió un poquito a la cabeza, sin ir achispada, porque me sentía liviana como una pompa de jabón, irisada y volátil, voladora y risueña. Subí hasta el techo, donde las lámparas de lágrimas reflejaban los miles de colores del apogeo de la fiesta. Desde arriba observé 'un momento. Luego vi a mi segundo compañero de baile.

Como no podía quedarme en el techo, ni quería, me coloqué a su lado, y después seguí bailando con él como una media hora. De conversación amena, de ojos negros enmarcados en la máscara, su voz y su mirada fueron subiendo en intención, y me pareció agradable. El anfitrión había propuesto un juego. Desde el primer momento. Consistía en que alguien robara algo y luego todos averiguásemos al ladrón. Vimos el anillo, con una cabeza de león grabada, y que dejó junto a una ponchera de plata, de adorno en una de las mesas.

Su tamaño nos daba opción a bolsillos y escotes, y tras las campanadas, llegaba el desafió. ¿Quién había sido el ratero? El hecho de buscar los unos en los otros fue divertido y un tanto picante, permitiendo la ocasión que más de una búsqueda acabara en alguno de los sofás y sillas del salón.  Para mí no había duda, lo había visto desde el techo, así que sabía quién era el “caco”, pero no era cosa de empezar el año haciéndome la lista, mejor me hacia la tonta y jugaba, como los demás, a encontrar el anillo perdido y hallado en…Solo el anfitrión lo sabe porque los secretos, cuando se dicen, dejan de ser secreto.

© Albada Dos

miércoles, enero 20, 2021

El Baile por Marina IV.

Alba era su cautivadora capa
y verdes los luceros que la guiaban
en un libre vuelo
donde el viento la equilibraba.
Y con una constante sonrisa
bailó con el anfitrión
una danza de cómplices miradas.

© DUlCE


Mi gratitud Marina.
Besos dulces con mi cariño.

Buenas noches, muy muy de noche, aunque la oscuridad siempre es relativa y la noche puede ser iluminada por las luces de la música envolvente de una gran Fiesta.

Siento haber casi desaparecido en los últimos tiempos; nada que decir en mi favor. El viento es caprichoso y no siempre controlable. Sin embargo un colibrí me ha entregado su invitación para el baile de máscaras y su castillo me atrae en una mortal promesa.

Este año estrenaré una capa blanca hecha con las plumas de un pavo real albino, las ha estado guardando para mí durante todo el año, desplegaré su belleza, que no la mía, y sobrevolaré a sus danzantes en un cadencioso vuelo reparador, después extenderé mi manto, blanco como las estrellas reales y usted elegirá si subirse y volar o seguir danzando...

...pero el anfitrión no puede dejar la Fiesta ;)

Esperaré en las escaleras del palacio hasta que den las 12 campanadas.

© Marina

lunes, enero 18, 2021

El Baile por Siby.

Lució su mejor atuendo
aquel que la distingue
y se ciñe a su pasión.
Bailó con osadía
brindando sueño y fantasía
y fue romance hecha verso
ante la mirada del León.

© DUlCE


Mi gratitud Siby.
Besos dulces.


PASIÓN


Lista para la fiesta
de disfraces


 
 
 
 
Detrás de mis sueños
estas tú,
León insuperable
traductor oral de mis
gemidos osados,
puerilidad dulce
de mis vigilias,
soy la que se pasea
contigo cada atardecer,
invitándome
al ritual
de tu cortejo,
donde cada noche
eres el líder
de mi ...,
¡ Pasión !

Siby