Hay un designio
que guía a las intenciones
a través de un nocturno
y quemante rosedal.
Campo encendido
de emociones esparcidas
sobre el regazo prolongado
de dádivas en creciente.
La insinuación
es una velada transparencia
cuando la noche es bella
y crepitan suspiros
en el firmamento de su pecho.