El descaro en ella
es como almíbar
que cubre de colores
su candidez.
Cada vez que desciende
en terrenal forma
incitando melosa
ante la tiranía del desvelo.
Ofreciendo ese dulzor
que siempre es embeleso
desbordado en su caudal
de impulsos y jadeos.
Y una vez más (pues son ya algunos los vuelos de esas libélulas que se posan en mi ventana), quiero dedicar y agradecer a Dulce, de todo corazón, esas alas que me alentaron y llenaron de belleza mi buzón:
(Detalle de Dulce)
Gracias... 💙
Y vuela grácil
batiente en tu danza
que evoca deseos.