Giró la llave con osadía
para cruzar la puerta
ávida de sorpresas,
y entre libros prohibidos
un secreto le fue concedido.
- © DUlCE -
Mi gratitud Querida Gine.
Dulces besos cariñosos.
Baile De Máscaras De Dulce (2022)
DULCE SECRETO
Elin, una joven muchacha cuyo nombre vikingo significaba resplandeciente, recibió por sorpresa una invitación para un baile de máscaras de fin de año. No sabía la procedencia ni el motivo de dicha proposición, pero más allá de su timidez y su dulce inocencia irradiando por cada poro de su blanquecina piel, había una mujer aventurera y pasional dispuesta a aceptar cualquier experiencia que la hiciese vibrar; así que, a pesar del misterio que encerraba aquella situación, leyó las indicaciones de la nota que había junto a la tarjeta y, deseosa y excitada, aceptó.
Debía llevar un vestido apropiado para el evento y... de fácil acceso a los recovecos de la piel... Eligió uno de ceñido corpiño anudado a la espalda, y de muy sutiles y finos bordados de oro que jugaban con el propio resplandor de su aterciopelada tez y su dulce mirada hambrienta de vida.
Cuando traspasó aquella gran puerta de recia madera, supo que el castillo que ahora acogía su presencia, iba a atraparla entre sus innumerables salas y pasillos con suelos alfombrados; entre aquella música que sonaba y acariciaba los sentidos, y entre tantos rostros cubiertos de sugerentes máscaras y esplendorosos trajes.
Un camarero, también con máscara y vestido con frac, le ofreció, sobre una bandeja de plata, una tarjeta proponiéndole un nuevo reto, una copa de champagne y, rodeando a esta, una cinta violeta de la que colgaba una extraña y llamativa llave. Cogió la copa y, apenas se mojó los labios para dar un sorbo, deslizó sus dedos hasta llegar a ella.
Su "apetito" comenzó a aflorar como rocío en primavera…
Y, como una niña escondiéndose de entre los invitados y las muchas miradas que se cruzaban entre sí, fue dirigiéndose a unas largas y anchas escaleras que, sin ninguna duda, llevaban a una de las puertas que su llave abriría.
La tercera cerradura que probó fue la que le cedió el paso. Antes de entrar se detuvo para observar y mirar hacia el fondo de aquella estancia con su ya habitual curiosidad, y con ese temor pululando en su estómago y que aún la excitaba más. Lo que había ante sus ojos era una enorme y hermosa biblioteca desprendiendo ese peculiar olor que tanto le gustaba, e invitándola a bailar y sentir entre cada uno de sus libros que parecían esperarla y abrirse para ella.
Sabía que aquello solo era el principio; el magnífico preludio de lo que iba a ser una velada profundamente intensa…
Apenas había cruzado la puerta, una voz sutil, pero penetrante, sonó como eco rozando sus sonrojadas mejillas, indicándole que caminara hacia una mesa de basta madera que había al fondo de la biblioteca;
y lo hizo…
ruborizada y húmeda…
pero, lo que ocurrió después…,
es otra historia; un secreto… que
solo
el anfitrión conoce...
©Ginebra Blonde
Mi más sincero agradecimiento por tan exquisita y elegante invitación, mi querido Dulce. Un placer haber asistido y disfrutado de la velada…
Feliz Año para ti y para todos los amigos Blogueros.
Brindo por todos y cada uno de vosotros 🥂
¡Nos vemos en enero! 💜