VEN,
entra a Mis Dominios
con el corazón abierto
y la mente desnuda,
sígueme más allá
de los umbrales de lo debido
que te enseñaré un idioma
por ti desconocido.
Prueba el fruto del placer
con ansias de sabiduría.
HAZLO de rodillas
con la complacencia como bandera
disipando la niebla de toda duda.
VEN,
te elevaré en cada impulso,
mi tacto será certero
alcanzando todos tus rincones
a través de los ritos del sexo,
majestuoso será así
el espíritu de tu vuelo.
VEN es el punto de inicio,
cuenta nueve y da el siguiente paso
salta al once, dieciséis, dieciocho
y termina en diecinueve
como última palabra,
porque mis deseos son órdenes.