jueves, junio 06, 2024

Misthy en La Habitación Violeta.

Un llamado puede ser suficiente para volver a despertar la pasión
y para agitar fantasías que palpitan en secreto,
y La Habitación Violeta es el lugar perfecto para que sean ciertas.
Así lo vivió Misthy en la sexta sesión ...  


Mi gratitud Misthy por elegir La Habitación Violeta para volver.
Besos dulces.


Si dice "ven"... vuelvo.

En una de nuestras tantas conversaciones, le había comentado una idea que hacía tiempo me estaba dando vueltas por la cabeza. Él sólo dijo una palabra: “Ven...”

Me presenté sin ningún tipo de expectativas. En cierta manera me sentía en deuda y deseaba satisfacer sus fantasías... o que Él cumpliera alguna de las mías; porque no sabía cómo pero Él sabía qué y en qué modo.

Esa noche fui al piso donde siempre nos habíamos encontrado. Cuando llegué todo estaba iluminado sólo con velas y el ambiente perfumaba a violetas. Sabía que estaba sentado en su ángulo favorito, observándome. Lo sentía. Pero no estábamos solos.

Tranquila, él sólo será un expectador silencioso. –me dijo con el más sereno timbre de voz.

¿Cómo haces para saber siempre lo que estoy pensando? –no lo veía, pero sabía que sonreía con mi pregunta.

Sabía perfectamente qué hacer. Me acerqué a la pared que tenía detrás, quitándome el tapado y quedándome sólo con la lencería. Alcé los brazos y apoyé las palmas de las manos a la pared con las piernas abiertas, la espalda enarcada, las caderas levantadas  y el culo expuesto.

Se detuvo detrás de mí, lo sentía apenas rozándome la espalda. Sus manos se apoyaron en las mías y comenzaron a bajar lentamente acariciándome los brazos, los costados, el vientre, las piernas...

Sentía la respiración de aquel desconocido que nos observaba. No sé quién podía ser, si lo conocía siquiera, pero debía admitir que me excitaba saberme observada mientras Él me poseía.

Me giró hacia Él y su mirada me hizo comprender qué deseaba. Le desabroché la camisa y se la quité. Apoyé mis labios en su pecho. Su ritmo era sereno -admiro el control que tiene de si mismo. Bajo la cremallera de sus pantalones y siento su miembro hinchado, pulsando. Meto mi mano en sus boxers, prestando atención a no lastimarlo con mis uñas. Le acaricio dulcemente.

Vuelve a colocarme contra la pared, en la posición del inicio. Me quita el sujetador. Se acerca lo suficiente para sentir su sexo apretándose contra mi culo. Comienza a acariciarme el seno, primero suavemente y luego con fuerza. Me pellizca los pezones, se los lleva a la boca... los besa, los succiona, los muerde hasta hacerme temblar.

Me siento toda mojada y es que me ha excitado a tal punto que temo correrme en cualquier momento.

Me toma de la mano, llevándome hacia la habitación. Hace que me arrodille en el borde de la cama. Abre mis piernas, mis muslos y siento sus dedos lubrificándome. Los introduce en mi sexo y en mi culo. No puedo evitar gemir, y cierro los ojos. En ese preciso instante siento como me penetra de forma bestial, fuerte y contundente. Intento girarme, pero para mi sorpresa, está delante de mí. Me sujeta el rostro desde el mento, abriéndome la boca con su pulgar. Logro ver la satisfacción en sus ojos mientras su sexo ocupa toda mi boca. Empuja mi cabeza dictando el ritmo que más le gusta. Mientras, el desconocido continúa con sus embestidas por detrás.

Ya no puedo pensar en nada. Él domina la situación... y a mí.

No logro detener mis espamos y me corro. En ese preciso instante siento como el desconocido se libera de su caliente esperma en mi espalda. Él se vacía en mí, me llena la boca, haciendo que beba hasta la última gota.

(...)

Creo haberme adormentado. Escucho rumores. Se ha deshecho del desconocido. Intento alzarme de la cama cuando Él entra y se detiene a observarme.

¿Dónde crees que vas? ...–me pregunta con esa pizca de perversión en la mirada.

Se dirige hasta un mueble y abre el primer cajón. Extrae algunos de sus juguetes y se gira...

...esto apenas ha comenzado, Nena. –y sonrió.

© Misthy

sábado, junio 01, 2024

Relativo.

Efímero el beso
que sucumbe a la inmediatez,
pero permanece más allá
del húmedo rastro evaporado
para volver en el siempre
de ese instante en que apareces
engañando al tiempo
creando un carnaval perpetuo.
Atracción de tu magnetismo
desplegado en secuencias
que devoran lo relativo
del antes y el después
y te hace una constante
infinita en el espacio sensorial,
inalterable en cada momento,
maravillosa en la nocturnidad.
Siendo la medida exacta
aquí, allá, de lo indefinido.

Poema que forma parte de la propuesta "Tómate tu tiempo"
del blog "Variétés" de Ginebra Blonde.
También publicado en "Lovely Bloggers" bajo etiqueta © DUlCE.

miércoles, mayo 29, 2024

Dakota en La Habitación Violeta II.

Tras la puerta de La Habitación Violeta las fantasías toman forma y los placeres se multiplican. Todo es posible cuando nos dejamos llevar por los deseos y los juegos perversos.
Dakota es protagonista de la quinta sesión ...


Mi gratitud Dakota por tu presencia en La Habitación Violeta.
Besos dulces.

Sumisa



La noche prometía, Dulce me citó en el club "La mazmorra del Deseo", un lugar donde había encuentros de Amos y sumisas, una de nuestras fantasías por cumplir. Me envió un mensaje para ordenarme como tenía que vestir. Cogí un taxi y me dirigí al club.
Una vez en el club, el recepcionista me preguntó el nombre.
- Soy Dakota.
Me buscó en la lista mientras me miraba descaradamente, imagino que intuía que llevaba bajo el abrigo. Por fin dio con mi nombre:

- Aquí está señorita, como es una cita concertada póngase este pin con el número 13, su Amo llevará el mismo pin.
Pasé por el vestíbulo, dejé mi abrigo y me dirigí al salón, tal como me ordenó Dulce, llevaba un sujetador de encaje negro con las copas de cuero a juego con las bragas y el liguero, medias negras, tacones de aguja, el pelo recogido con una cola y un antifaz bordado que cubría mis ojos. El salón se abría ante mí, una decoración clásica y elegante, caminé hacia la barra, observando todo el entorno, Amos, sumisas, mascotas, cada cuál desempeñaba el papel que más le excitaba, pedí una copa y me senté en un sillón esperando a mi Amo.

Sentí un aliento sobre mi cuello, alguien me susurro: ~No te gires
~Si, Amo (me besó el cuello).
Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.
~Esta noche seremos tres, dijo Dulce, escoge una mascota.
Vi una chica que me atrajo, hacía el papel de gatita, y eso me excitaba mucho. Tenía un cuerpo muy atlético.
~Me gusta esta gatita Amo, le dije a Dulce.
~Bien, agarra su correa y sígueme a la habitación.
~Si, Amo.
Nos dirigimos a la habitación con nuestra gatita, yo me encontraba muy excitada y Dulce lo sabía, me miró con su sonrisa pícara.
Llegamos a la habitación, era un dormitorio grande, con juguetes varios para practicar la dominación, con una luz tenue al igual que el salón.
Dulce se sentó en un sillón y el juego comenzó.
~Besa a la gatita, acariciar vuestra piel de forma sensual, excitad a vuestro Amo.
Comenzamos a besarnos, acariciándonos suavemente nuestras espaldas, caricias muy sensuales, azotamos nuestros culitos, mientras la gatita acariciaba mis pechos, yo me dirigí a su clitoris y la masturbé lentamente.
Dulce nos miraba atentamente, bajando la cremallera de su pantalón, liberando su erección, y comenzando a masturbarse mientras nos miraba, con cada gemido, Él se excitaba más. Nos dio la orden de detenernos.
~Detente esclava, ven aquí gatita.
La gatita se acercó caminando a cuatro, sus pechos se balanceaban al caminar.
~Esclava, mira como la gatita saborea mi erección y masturbate sin llegar al orgasmo.
~ Si, mi Amo, le respondi. La gatita comenzó a lamer suavemente y poco a poco comenzó a tragar, Dulce estaba excitadísimo y yo también, me estaba costando mucho no tener un orgasmo en ese momento, al ver como la gatita se la tragaba toda.
~ Para gatita y ponte a cuatro, le ordenó Dulce.
~ Ven esclava.
~ Si Amo.
Me acerque y Dulce me ordenó abrir mis piernas ante la gatita.
~ Gatita, quiero que saborees todo su clítoris, toda su intimidad, mientras yo te penetro.
La gatita se acercó, aparto mis bragas, ~rómpelas, le ordeno Dulce. Maúlla como buena gatita y empieza a lamer.
~ Miau y empecé a sentir su lengua sobre mi clítoris, estaba empapada, deseando poder estallar toda esa lujuria que mi cuerpo contenía, pero debía aguantar hasta la orden de mi Amo.
Dulce comenzó a penetrar a la gatita salvajemente, con fuerza, azotando su culito, dios que excitada estaba. La gatita maullaba de placer hasta correrse sintiendo a Dulce.
~ Aparta gatita, le ordenó Dulce.
~ Esclava ponte a cuatro.
~ Si Amo, le respondí, y me coloqué a cuatro ante él.
Agarro mi cola y empezó a tirar de ella a la vez que me penetraba con furia, empece a gemir de placer, Dulce me azotaba, tiraba de mi cola, el placer era inmenso, cada vez mayor.
~ Ahora esclava, me dijo Dulce, quiero sentir como te corres ante mí. Y dejé salir todo ese placer contenido en un inmenso orgasmo.
~ Asi esclava, déjate llevar, grita más fuerte.
~ Si Amo, respondí entre gritos de placer.
Entonces fue cuando Dulce se corrió, lo hizo sobre mi espalda, sentí todo su fluido caer sobre mí, ardiente.
~ Ven gatita, saborea mi leche sobre la espalda de mi esclava.
La gatita se acercó y lamio mi espalda saboreando toda su leche.
~ Ahora besa a mi esclava.
La gatita se acercó y me beso, el sabor de Dulce quedo impregnado en las dos.
~Puedes irte gatita, le dijo Dulce.
Y nuestra mascota abandono la habitación.
~ Fin del juego por hoy, dijo Dulce, y me beso.
Eso quería decir que habría próxima vez y yo encantada.

©️ Dakota